23.2.18

Mi Forges

Cada persona empieza a leer la prensa por la sección que más le interesa y, en mi caso, siempre iniciaba mi ritual por la viñeta de Forges y luego busco la de El Roto. Pero esta mañana me quedé paralizada porque en primera línea aparecía el fallecimiento de Antonio Fraguas. La verdad es que me impactó, quizá porque pensamos que hay personas que van a estar ahí siempre. 
No tenía ni idea de que estuviera enfermo, por qué lo habría de saber si no es un familiar, ni un amigo, o quizá sí lo fuera por toda la compañía que me ha hecho a lo largo de estos años o quizá porque , como un amigo, he guardado sus viñetas, cual fotos, en un libro que me habían regalado con las hojas en blanco. En él he ido pegando aquellas me más me gustaban -y ya estoy hablando en pasado- , muchas de las cuales han formado parte de mi labor como docente como textos para trabajar en clases. Y he buscado el libro y allí estaban: la verdad es que hay tantas que he dudado en cuál seleccionar para esta entrada.
Puedo empezar por esta, este sencillo homenaje que nos hizo a los profesores

o por esta, en la que aparecen los niños-mochila, quienes cuando llegan a casa no tienen con quien hablar

o esta que en su día puse en una camiseta, quizá como reivindicación de un mundo sin ruidos, sin timbres que dirijan su vida y que tanto me había hecho reír.


o esta tan clara sobre el acontecer de muchas mujeres, ahora que se acerca el Día de la mujer, y que parece que las mujeres hubiéramos despertado de un largo letargo

o esta, que bien sirve, a pesar de los años, para ilustrar lo que acontece en EEUU, las armas y ese innombrable que tienen de presidente- con minúsculas- al que no se le ocurre otros caso para solucionar las matanzas indiscriminadas de personas en los centros de enseñanza que proveer al profesorado de armas

y, porque no, esta, cuando la investigación en este país hace aguas por falta de dinero


eso sí, gastamos millones en el fútbol


en los bares


y, por supuesto, no me puedo olvidar de todas las viñetas que dedicó reivindicando eso tan antiguo como es la LECTURA


y tan necesaria para que , al final,


Sí, se ha muerto este dibujante que nos hacía comprender este país con apenas unos trazos y pocas palabras.

Sé que tardaré en acostumbrame a ese VACÍO, a ese hueco en el periódico, pues ya le estoy echando de menos.



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